
Imagina un ordenador potente, versátil y ultracompacto. Ahora, imagina que cuesta menos que una cena para dos. No es una utopía, es el MLLSE G3.
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Características del MiniPC MLLSE G3
Estamos acostumbrados a la grandilocuencia, a los anuncios con fuegos artificiales y a cifras que, muchas veces, se escapan de nuestro entendimiento y, sobre todo, de nuestro bolsillo.
Las torres de ordenador, antes símbolos de poder y rendimiento, han ido cediendo terreno poco a poco a soluciones más compactas, eficientes y, por qué no decirlo, más lógicas para el día a día.
Es en este nuevo paradigma donde los Mini PC han encontrado su lugar en el sol, convirtiéndose en auténticos gigantes disfrazados de pequeñas cajas.
Hoy, tenemos sobre la mesa uno de esos contendientes que no solo llega para competir, sino para romper las reglas del juego. Hablamos del MLLSE G3, un dispositivo que redefine por completo lo que significa «calidad-precio».
Cuando uno se topa con una oferta que habla de un precio final de 92 euros tras un descuento de 209 euros, la primera reacción es el escepticismo. Es natural. Pensamos que debe haber un truco, una letra pequeña, un componente de hace una década.

Pero al desgranar sus especificaciones, el escepticismo se transforma en asombro. No es un simple PC barato; es la prueba de que la alta tecnología por fin es accesible para todos.
El corazón de cualquier ordenador es su procesador, y aquí es donde el MLLSE G3 empieza a sacar músculo de verdad. En su interior late un procesador Intel de 12ª generación, concretamente el Alder Lake N100.
Para el que no esté muy metido en el mundillo, hablar de 12ª generación de Intel es hablar de una arquitectura muy reciente y eficiente. Este chip no es un remanente de stock; es tecnología actual.
Fabricado en un proceso de 10 nanómetros, cuenta con 4 núcleos y 4 hilos de procesamiento. En la práctica, esto significa que el ordenador puede manejar múltiples tareas a la vez sin despeinarse, manteniendo una fluidez pasmosa.
La frecuencia del procesador es otro dato clave. Parte de una base sólida y, cuando la tarea lo requiere, es capaz de alcanzar una frecuencia turbo máxima de 3,4 GHz.
Esta capacidad de adaptación es fundamental para la eficiencia. El procesador se ajusta a la demanda, desatando su potencial solo cuando es necesario para que no sufras esperas.
El fabricante, además, nos da datos concretos que avalan este rendimiento: lo compara directamente con procesadores de generaciones anteriores como los J4125 o N5095, afirmando que el N100 es más potente y suave.
Incluso nos da cifras de benchmarks como los 450.000 puntos en Master Lu o 1026 en Cinebench R20, que demuestran que estamos ante un procesador que rinde muy por encima de lo que su precio sugiere.

Por supuesto, un buen procesador necesita estar bien acompañado. La memoria RAM es el espacio de trabajo del ordenador, y aquí MLLSE nos ofrece dos versiones.
Podemos optar por una versión con 8 GB de RAM DDR4 y 256 GB de SSD, o dar el salto a una más potente con 16 GB de RAM y 512 GB de SSD. La elección dependerá del uso que le vayas a dar.
Para ofimática y multitarea general, 8 GB son más que suficientes. Si eres más exigente, editas fotos o simplemente quieres la máxima fluidez a largo plazo, los 16 GB son una inversión inteligente.
Como detalle curioso, el fabricante ha decidido diferenciar estéticamente ambas versiones: el modelo de 8 GB tiene el logo blanco y el botón de encendido gris, mientras que el de 16 GB luce logo negro y botón rojo.
El almacenamiento es otro de los pilares. Olvídate de los lentos discos duros mecánicos. MLLSE lo sabe y por eso equipa a sus G3 con unidades de estado sólido (SSD).
Esto se traduce en que el sistema operativo, Windows 11 Professional, arranca en segundos y los programas se abren de forma casi instantánea.
Pero lo mejor no es solo el rendimiento inicial, sino la visión de futuro. El MLLSE G3 está diseñado para crecer contigo. Ofrece una capacidad de expansión de almacenamiento realmente impresionante, con un puerto M.2 2280 PCIe para un SSD de hasta 2 TB y un segundo puerto M.2 2242 SATA para otro de hasta 1 TB.

Esto significa que puedes comprar la versión más económica y ampliarla en el futuro de forma sencilla.
Hablemos de los gráficos. La GPU integrada es una Intel UHD Graphics a 750MHz. No es un Mini PC para gaming extremo, pero en su liga, es un campeón.
Esta tarjeta gráfica es más que capaz de manejar con soltura la reproducción de contenido en 4K sin tirones. Y aquí entra en juego una de sus características más versátiles: la doble salida de vídeo HDMI.
Su capacidad para alimentar dos monitores 4K a 60Hz no es solo una especificación; es un superpoder para tu productividad y tu ocio.
La conectividad es otro de los apartados donde el MLLSE G3 no escatima. En el apartado inalámbrico, contamos con WiFi 5 de doble banda (2.4G/5G) y Bluetooth 4.2.
Aunque no es el último estándar, WiFi 5 ofrece velocidades más que suficientes para streaming 4K y descargas rápidas.
Pero si buscas la máxima estabilidad, nada supera al cable. Por eso, la inclusión de un puerto Ethernet Gigabit (RJ45) es una noticia fantástica, garantizando una conexión de hasta 1000 Mbps.
El abanico de puertos físicos es sorprendentemente generoso. Disponemos de cuatro puertos USB, tres de ellos USB 3.0 de alta velocidad y uno USB 2.0.
Esta distribución es muy inteligente para conectar desde discos duros externos a periféricos más sencillos.

Además, encontramos un conector de audio de 3.5mm y una ranura de seguridad Kensington lock, un detalle que se agradece en entornos de oficina.
Todo este hardware se encuentra embutido en un chasis diminuto, con unas dimensiones de tan solo 114 x 106 x 42,5 milímetros. Ocupa, según el fabricante, 1/45 parte del espacio de una torre convencional.
La verdadera magia viene con el soporte VESA que se incluye de forma gratuita. Este accesorio te permite atornillar el Mini PC a la parte trasera de tu monitor, creando una solución «todo en uno» completamente limpia.
Un chasis tan pequeño plantea un desafío térmico. MLLSE lo ha resuelto con un sistema de refrigeración activa que combina ventilador, un tubo de calor de cobre y una placa de aluminio.
Esto garantiza que el ordenador pueda mantener un rendimiento óptimo sin sobrecalentarse, incluso bajo cargas de trabajo prolongadas.
Finalmente, el software. El MLLSE G3 viene con Windows 11 Professional preinstalado y activado. Esto es un valor añadido enorme, ahorrándote el coste y la molestia de la instalación.
En definitiva, el MLLSE G3 es mucho más que un simple ordenador barato. Es un producto redondo, equilibrado y con una relación rendimiento-precio que roza lo absurdo.
Es la herramienta perfecta para estudiantes, profesionales, familias o cualquier entusiasta de la tecnología que sepa reconocer una ganga.

La combinación de un procesador de 12ª generación, SSD, doble salida 4K y flexibilidad de expansión, por 92 euros, no es solo una buena oferta. Es, sin lugar a dudas, uno de los mayores chollos tecnológicos del mercado actual.
¿Merece la pena este MiniPC?
Más allá de los datos técnicos, la pregunta clave es: ¿cómo te puede ayudar este pequeño gigante? Pongámonos en situación.
Imagina a un estudiante con un presupuesto ajustado y poco espacio en su habitación. Necesita una máquina fiable para investigar en la web, redactar trabajos y asistir a clases online sin que el ordenador se ahogue. Este Mini PC es su mejor aliado, la herramienta de estudio definitiva a un precio de risa.
Ahora, piensa en esa persona que trabaja desde casa y anhela un escritorio limpio y eficiente. Necesita manejar hojas de cálculo en un monitor mientras participa en una videoconferencia en otro. El MLLSE G3, oculto tras una de las pantallas, le proporciona esa potencia de doble monitor en un paquete invisible y silencioso.
Visualiza un salón familiar. En lugar de una torre ruidosa y aparatosa, este dispositivo discreto está conectado al televisor. Desde él, la familia disfruta de películas en 4K, los niños hacen sus deberes en pantalla grande y se guardan todas las fotos de las vacaciones. Convierte cualquier televisor en un centro multimedia y de productividad familiar.
Por último, no olvidemos al entusiasta, al que le gusta experimentar. Ve en este aparato un servidor doméstico de bajo consumo, el cerebro de su sistema de domótica o una consola de emulación para juegos retro. Para esta persona, es un lienzo en blanco para proyectos tecnológicos con una inversión mínima.
Entonces, ¿merece la pena? Si te ves en alguna de estas situaciones, la respuesta es un sí rotundo. No compras solo un PC, adquieres una solución inteligente a un problema real. Es una inversión en eficiencia, versatilidad y en un valor, simplemente, imbatible.
Lo mejor del MLLSE G3
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