
¿Alguna vez has salido de casa y has sentido esa pequeña punzada de ansiedad al comprobar tus bolsillos? Móvil, llaves, cartera… y por supuesto, los auriculares. Vivimos pegados al audio, ya sea para aislarnos del ruido del metro con música, para aprovechar el tiempo escuchando un podcast o simplemente para no tener el teléfono pegado a la oreja durante llamadas interminables. Pero, ¿y si te dijera que existe un dispositivo capaz de eliminar uno de esos elementos de la ecuación y, de paso, darte superpoderes lingüísticos?
Nuestra Opinión
✅ Por qué comprarlo
❌ Piénsalo si…
📉 El precio suele oscilar, comprueba si hay cupón activo hoy.
Durante años, la industria tecnológica nos ha vendido el sueño de las «Smart Glasses». Desde aquellas Google Glass que nos hacían parecer cíborgs hasta las recientes apuestas de Meta con Ray-Ban. El problema siempre ha sido el mismo: precios prohibitivos que superan los 300 euros y diseños que gritan «soy un friki de la tecnología» a los cuatro vientos. Parecía que esta tecnología estaba reservada para unos pocos elegidos con carteras abultadas.
Pero hoy vamos a romper el mercado y, posiblemente, tus esquemas. Han llegado a nuestra mesa de análisis las DT W1 de la conocida marca DT NO.1, un fabricante que ya nos tiene acostumbrados a democratizar la tecnología con sus smartwatches y que ahora se atreve con el audio inteligente.
Lo que nos ha dejado perplejos no es solo que funcionen bien, sino su etiqueta de precio. Gracias a las ofertas y cupones actuales, estamos hablando de un gadget que puedes conseguir por unos ridículos 25 euros. Sí, has leído bien. Cuestan menos que una cena para dos, menos que unos auriculares de gama media y, definitivamente, mucho menos que cualquier otra gafa inteligente del mercado.
La pregunta es obligada y sé que te la estás haciendo: ¿Dónde está la trampa? ¿Puede un producto tan sumamente barato ofrecer una experiencia de usuario real, útil y duradera? Para responder a esto, no me he limitado a leer la caja. He estado viviendo con ellas, probándolas en la calle, en la oficina y poniendo a prueba su traductor.
Si eres un apasionado de la tecnología que busca exprimir cada céntimo y encontrar esas «joyas ocultas» del mercado chino, ponte cómodo. Vamos a desgranar, punto por punto y sin dejarnos nada en el tintero, por qué estas gafas podrían ser el mejor regalo que te hagas a ti mismo este año.
Diseño, Ergonomía y Unboxing: Tecnología invisible que pesa menos que una pluma
La experiencia comienza con el desempaquetado. Al abrir la caja, nos encontramos con un conjunto sencillo pero completo: las gafas protegidas en una funda práctica, una gamuza de limpieza (un detalle que siempre se agradece), el cable de carga magnético y el manual de usuario con el vital código QR del que hablaremos más adelante.

Lo primero que choca al tener las DT W1 en la mano es su absoluta normalidad. Y digo esto como el mejor de los piropos posibles. A menudo, los fabricantes de tecnología «wearable» caen en el error de diseñar productos futuristas, toscos, con patillas gigantescas o cámaras indiscretas que incomodan a la gente que te rodea.
Aquí, DT NO.1 ha hecho un trabajo de diseño fantástico y pragmático. Han creado unas gafas de pasta con una estética clásica, atemporal y elegante. Tienen ese aire «intelectual moderno» que podrías llevar perfectamente a una reunión de trabajo seria, a la universidad o de cañas con los amigos sin que nadie sospeche que llevas un ordenador en la cabeza. Son discretas, y en el mundo de los wearables, la discreción es el verdadero lujo.
Pero el verdadero triunfo de la ingeniería de este producto, y lo que marca la diferencia en el uso diario, está en la báscula. Pesan solamente 35 gramos. Para que tengas una referencia clara, es prácticamente el mismo peso que unas gafas de sol convencionales de buena calidad o tus gafas graduadas de diario.
Esto es un factor crítico y diferenciador. Muchas gafas de realidad aumentada o con cámaras pesan el doble, lo que provoca dolor en el tabique nasal al cabo de una hora. La marca nos vende este producto como un compañero «24/7», diseñado para acompañarte desde que te levantas hasta que te acuestas, y tras llevarlas puestas durante jornadas maratonianas, puedo confirmar que la fatiga es inexistente.
No hay dolor en el puente de la nariz ni esa molestia detrás de las orejas típica de los productos mal equilibrados. Se sienten ligeras, casi etéreas.
La construcción se siente sorprendentemente sólida para costar 25 euros. El plástico utilizado es agradable al tacto, con un acabado que no parece barato, y el ensamblaje es firme. Además, han optimizado lo que llaman el «ángulo R» y la curvatura de las patillas para que abracen la cabeza con suavidad pero con firmeza.

Esto tiene una implicación directa en tu estilo de vida: puedes usarlas para salir a correr o hacer ejercicio sin miedo a que salgan volando. Se mantienen en su sitio sin apretar demasiado, logrando un equilibrio ergonómico muy difícil de conseguir en este rango de precios.
Otro detalle que demuestra que este producto está pensado para sobrevivir a la vida real es su resistencia. Cuentan con certificación IP68, el estándar de oro en protección contra elementos sólidos y líquidos.
Esto significa que son totalmente resistentes al polvo y pueden sumergirse en agua. No es que te vayamos a recomendar bucear con ellas en la piscina, pero puedes estar totalmente tranquilo si te pilla un tormentón corriendo, si sudas la gota gorda en el gimnasio o si se te caen accidentalmente en el lavabo al lavarte la cara. Esta tranquilidad es vital en un dispositivo que llevas expuesto en la cara y no guardado en un bolsillo.
Pero quizás la característica de diseño más valiosa para el usuario de a pie, y que multiplica el valor del producto, es su versatilidad óptica. Las gafas vienen de serie con unas lentes transparentes neutras (probablemente con filtro de luz azul para pantallas), pero el marco está diseñado específicamente para permitir el cambio de lentes.
Esto es un cambio de juego total («game changer»). Significa que puedes llevar estas gafas a tu óptica de confianza y pedir que te monten tus cristales graduados para la miopía o el astigmatismo, o incluso unos cristales de sol polarizados de alta calidad.

Conviertes un gadget de 25 euros en tu montura principal, añadiendo toda la capa tecnológica a tu corrección visual necesaria. El sistema de bisagra extraíble patentado facilita esta tarea a los ópticos, asegurando que la manipulación para cambiar los cristales no dañe la electrónica interna de las patillas. Es un detalle de diseño funcional que aporta un valor incalculable al producto y alarga su vida útil.
Skyvoice Freedom y Controles: Audio abierto para no perder el norte
Entramos en el terreno multimedia, que es el corazón de estas gafas. ¿Cómo suenan realmente unas gafas de 25 euros? Las DT W1 utilizan una tecnología que la marca ha bautizado con el rimbombante nombre de «Skyvoice Freedom».
Básicamente, se trata de un sistema de conducción de aire de campo abierto. A diferencia de los auriculares de conducción ósea (como los Shokz) que vibran contra el cráneo, estas gafas tienen unos pequeños altavoces direccionales integrados en las patillas que apuntan directamente a tu canal auditivo.
La filosofía detrás de este sistema es la seguridad, la higiene y la comodidad extrema. Al no tener nada introducido físicamente en el oído, se elimina por completo la presión en el canal auditivo, se evita la acumulación de cerumen y se previenen las infecciones o la fatiga auditiva por uso prolongado. Es la forma más higiénica y saludable de consumir audio que existe.
Pero la gran ventaja táctica es la consciencia situacional. Puedes ir escuchando tu música, tu podcast o las indicaciones del GPS mientras caminas por la ciudad y seguirás escuchando perfectamente el tráfico, el claxon de un coche, el timbre de una bicicleta o si alguien te llama por tu nombre.

Para deportistas urbanos, ciclistas o gente que simplemente no quiere vivir aislada del mundo en una burbuja de cancelación de ruido, este sistema es una maravilla. Te permite tener «banda sonora» en tu vida sin desconectarte de la realidad.
Ahora bien, como analistas tecnológicos honestos, debemos gestionar las expectativas, especialmente dado el precio del producto. Si eres un audiófilo empedernido que busca unos graves profundos, retumbantes y una fidelidad musical extrema, este no es tu producto.
La física es la que es: al no haber sellado en el oído, las frecuencias graves se escapan y pierden energía. La música suena, te acompaña, es agradable, pero no tiene esa «pegada» inmersiva de unos in-ear de silicona.
Sin embargo, donde estas gafas brillan con luz propia y superan a muchos auriculares es en el contenido vocal. Para escuchar podcasts, audiolibros, la radio, tertulias o vídeos de YouTube, el sonido es sencillamente fantástico.
Las voces se perciben claras, nítidas y con un volumen más que suficiente. De hecho, me atrevería a decir que son el dispositivo definitivo para los amantes de los podcasts. Puedes estar cocinando, trabajando en la oficina o paseando al perro, consumiendo contenido hablado durante horas sin la molestia física de tener un plástico metido en la oreja.
Además, integran tecnología de cancelación de ruido en llamadas. Ojo, esto no es cancelación activa de ruido (ANC) para que tú no escuches el exterior, sino cancelación ambiental (ENC) para que tu micrófono filtre el ruido.

El objetivo es que tu interlocutor te escuche bien a ti. El micrófono capta tu voz y trata de limpiar el viento o el barullo de la calle mediante algoritmos. En nuestras pruebas, las llamadas son perfectamente viables. Puedes mantener una conversación telefónica andando por la calle sin tener que sacar el móvil del bolsillo, y la otra persona te entenderá sin problemas.
El control de todo este sistema multimedia se realiza de forma invisible mediante paneles táctiles ubicados en el lateral de las patillas. Olvídate de buscar botones físicos minúsculos que se rompen con el tiempo.
Con toques simples e intuitivos controlas toda la reproducción. Un toque en la zona marcada (que tiene una pequeña huella rugosa para que la encuentres al tacto) sirve para pausar o reproducir. Dos toques rápidos sirven para pasar de canción o contestar/colgar una llamada.
Y un gesto muy útil que no todos los auriculares tienen: mantener pulsado para subir (patilla derecha) o bajar (patilla izquierda) el volumen. La respuesta táctil es bastante ágil y evita tener que sacar el móvil.
También puedes invocar a tu asistente de voz favorito (Siri, Google Assistant, Bixby, etc.) con tres toques rápidos. Esto convierte a las gafas en una extensión inteligente de tu móvil, permitiéndote enviar whatsapps por voz, pedir indicaciones de navegación o consultar el tiempo sin usar las manos. Es la definición de «wearable»: tecnología que se viste y te asiste.
El traductor universal de 25 euros: La «Killer Feature» que rompe barreras
Llegamos a la característica que justifica por sí sola la compra, la función que hace que pagar 25 euros parezca un chiste de mal gusto por lo barato que es. Hablamos de la traducción simultánea inteligente.
Vivimos en un mundo globalizado. Viajamos más que nunca, hacemos negocios con gente de fuera y consumimos contenido en otros idiomas. La barrera lingüística siempre ha sido un muro difícil de escalar, y estas gafas proponen una solución digna de una película de ciencia ficción.
El sistema funciona apoyándose en la potencia de tu teléfono móvil y en la aplicación propietaria Nebula. El proceso es sencillo: tienes que escanear el código QR que viene en la caja para descargar la app, vincular las gafas y activar el servicio.

Una vez conectado, la magia sucede. Las gafas utilizan sus micrófonos para captar lo que te dicen en otro idioma, envían el audio al móvil, este lo procesa en la nube utilizando potentes motores de IA y te devuelven la traducción en español directamente a tu oído a través de los altavoces.
Imagina la situación: estás en un mercado nocturno en Tailandia regateando, o en una reunión con un proveedor alemán que no habla bien inglés. La otra persona habla y tú, con un pequeño y lógico retardo, escuchas lo que ha dicho en tu idioma materno. Es una herramienta de empoderamiento brutal para el viajero, que te da una seguridad tremenda al moverte por entornos desconocidos.
La aplicación permite varios modos de funcionamiento para adaptarse al contexto. El más interesante y fluido es el de interpretación simultánea bidireccional.
En este modo, tú hablas en español y el altavoz de tu móvil reproduce la traducción en el idioma de destino (por ejemplo, inglés o chino) para que la otra persona lo escuche. Cuando ella responde en su idioma, tú recibes la traducción discretamente en tus gafas.
Esto permite mantener una conversación relativamente fluida, manteniendo el contacto visual (algo fundamental en la comunicación humana), sin tener que estar mirando la pantalla del móvil constantemente o pasándoos el teléfono como si fuera una patata caliente. La tecnología se vuelve invisible y facilita la conexión humana.
Hay que aclarar un punto importante y transparente sobre el servicio de traducción. Al ser un servicio que requiere procesamiento en la nube (IA) de alta calidad, tiene un coste operativo para la empresa.
Por ello, la aplicación Nebula funciona con un modelo «freemium». Con la compra de las gafas se incluyen 300 minutos de traducción gratuitos. Esto es un «pack de bienvenida» muy generoso teniendo en cuenta el precio irrisorio del hardware.
Para un viaje de una semana o para usos puntuales en reuniones, tienes minutos de sobra. Si necesitas más porque eres un usuario intensivo, la aplicación ofrece planes de suscripción anuales (rondando los 50-60 euros) o recargas de minutos.

Incluso teniendo que pagar algo más en el futuro si agotas los minutos, la barrera de entrada de 25 euros por el hardware es tan baja que sigue mereciendo mucho la pena. Estás pagando por el acceso a la plataforma a través de un hardware muy capaz.
La calidad de la traducción es bastante buena, aprovechando los motores de reconocimiento y traducción neuronal actuales que han mejorado exponencialmente en los últimos años. Es capaz de sacarte de apuros reales, ayudarte a pedir en restaurantes, entender indicaciones o tener charlas casuales. No sustituye a un traductor jurado, pero es infinitamente mejor que no entender nada.
Batería, Conectividad y Veredicto: ¿El chollo del año?
Para cerrar el análisis técnico, no podemos olvidarnos de la autonomía, el talón de Aquiles de muchos wearables. De nada sirve tener unas gafas inteligentes si se mueren a la hora de salir de casa.
Las DT W1 montan una batería optimizada que promete 6 horas de reproducción continua de música o 4 horas de llamadas ininterrumpidas. Son cifras muy respetables para un dispositivo tan ligero y delgado.
En un uso mixto real, que es como las usarás (un poco de música en el transporte, algunas llamadas de trabajo, uso puntual del traductor en un viaje), aguantan perfectamente el día completo «de la mañana a la noche», como promete el fabricante.
Además, tienen un consumo en espera (standby) ridículo, aguantando más de 3 días encendidas sin usarse pero listas para conectar. Esto se debe en gran parte al uso del chip Bluetooth 5.4, la ultimísima versión del estándar de conectividad inalámbrica.
Este chip moderno no solo mejora drásticamente el consumo energético, sino que garantiza una conexión roca sólida con tu móvil Android o iPhone. No hay cortes, no hay interferencias, la latencia es mínima y el emparejamiento es instantáneo nada más encenderlas. Es tecnología punta en un envoltorio económico.
La carga se realiza mediante un cable magnético propietario que se adhiere a los pines de las patillas. Es un sistema cómodo y seguro, que evita tener agujeros o puertos USB abiertos donde podría entrar agua o sudor.
Es cierto que esto te obliga a ser cuidadoso y no perder el cable, ya que no te valdrá el de tu móvil, pero es el precio a pagar por tener esa resistencia al agua IP68 que tanto valoramos y que protege tu inversión.

Llegados a este punto, la conclusión cae por su propio peso y es rotunda. Las DT NO.1 DT W1 son un producto que da muchísimo más de lo que pide a cambio.
Por 25 euros, te estás llevando un paquete de valor increíble:
- Unas gafas de estilo actual (que puedes graduar) muy cómodas y ligeras.
- Unos auriculares «open-ear» higiénicos y seguros, perfectos para podcasts y la ciudad.
- Un manos libres competente para el coche, la bici o el trabajo.
- Y un traductor simultáneo funcional para tus viajes internacionales.
Si analizamos cada función por separado, quizás no sean las mejores gafas del mundo (son de plástico), ni los mejores auriculares para música (faltan graves), ni el traductor más profesional del mercado. Pero el conjunto, la convergencia de todas estas funciones en un solo dispositivo de 25 euros, es sencillamente imbatible.
Es el producto ideal para el «early adopter», para el curioso tecnológico, para el viajero mochilero o para cualquiera que quiera probar el futuro de los wearables sin arruinarse en el intento.
Si buscas calidad de audio Hi-Fi para disfrutar de la novena de Beethoven en el salón de tu casa, cómprate unos auriculares de diadema de 300 euros. Pero si buscas utilidad real, comodidad diaria, tecnología punta y un precio de risa, estas gafas no tienen rival ahora mismo.
Es difícil encontrar hoy en día un gadget que, por el precio de un par de entradas de cine y unas palomitas, te ofrezca tantas posibilidades y diversión. **Sin duda, una compra recomendadísima y uno







